El fisioterapeuta tiene una titulación universitaria que no sólo incluye una formación teórica de calidad, sino una importante carga lectiva de prácticas en hospitales, centros de salud, residencia de ancianos, unidad de amputados y estimulación precoz.

En cambio el masajista/quiromasajista no tiene ninguna titulación oficial, por lo cual no está habilitado para realizar actividades sanitarias como son los masajes, estiramientos o manipulaciones articulares orientadas a tratar determinadas dolencias o lesiones.

El Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía advierte también de los riesgos de usar los servicios de masajes a pie de playa, ya que el usuario desconoce la formación de la persona que le da los masajes y es frecuente la falta de higiene de estos servicios (muchas veces no se lavan las manos entre una persona y otra) pudiéndose trasmitir enfermedades infecciosas.